KATHERINE DE LAMA
Perú | 11 MAR 2025
Madame Bovary, fue publicada en 1857 y es una de las novelas más representativas del realismo francés. Flaubert intenta retratar la vida cotidiana de manera minuciosa y detallada, centrándose en la realidad de la pequeña burguesía rural y su abrumadora falta de grandeza o romanticismo. La novela marcó un punto de inflexión en la literatura, rechazando los excesos románticos y destacando las limitaciones de los personajes y las circunstancias.
Travesuras de la niña mala fue publicada en 2006, y refleja el estilo maduro de Mario Vargas Llosa, quien explora temas contemporáneos como la globalización y el impacto del capitalismo, además de indagar en la complejidad del amor y la identidad. Es un ejemplo del realismo moderno con un trasfondo global que conecta varias ciudades del mundo a lo largo del tiempo.
En ambas novelas, el amor juega un papel central, pero bajo la óptica de la insatisfacción. Emma Bovary se casa con la esperanza de escapar de la monotonía, pero rápidamente descubre que su vida de casada con el doctor Bovary es igual de vacía que su vida anterior. Busca el amor romántico idealizado en aventuras extramatrimoniales y en lujos materiales. En contraste, en Travesuras de la niña mala, la protagonista no busca el amor romántico, sino una forma de supervivencia y poder a través de relaciones. La “niña mala” ve el amor como una herramienta de ascenso social, mientras que Ricardo, su contraparte, encarna el amor fiel, incondicional y muchas veces doloroso, que nunca es completamente correspondido.
Ambas novelas tratan el amor desde la insatisfacción: Emma nunca alcanza el ideal romántico que anhela, y “la niña mala”; nunca encuentra la seguridad ni el poder que busca a través de sus relaciones. Esto crea una tensión emocional constante en ambos textos.
Relación entre personajes masculinos y fenenimos
En Madame Bovary: Charles Bovary es el esposo devoto pero pasivo, incapaz de satisfacer las aspiraciones de Emma. Su amor por ella es sincero pero simplista, y no puede ver más allá de su devoción para entender la insatisfacción de su esposa. Los amantes de Emma, Rodolphe y Léon, ven a Emma de manera diferente: para ellos es una conquista pasajera, y su amor idealizado termina por cansarlos.
En Travesuras de la niña mala: Ricardo Somocurcio es el eterno enamorado de la niña mala, y su amor hacia ella es incondicional, casi masoquista. A lo largo de los años, la niña mala lo abandona repetidamente por otros hombres, pero Ricardo siempre la recibe de vuelta. Mientras Emma usa a sus amantes para escapar de su vida insatisfactoria, la niña mala utiliza a sus parejas para ascender socialmente y obtener lo que desea, siendo Ricardo la constante en su vida.
Estilo literario y técnicas narrativas de ambos autores
Flaubert es uno de los grandes maestros del realismo, y en Madame Bovary, su prosa es detallada y precisa, describiendo la vida cotidiana con minuciosidad. El enfoque de Flaubert está en retratar con exactitud la vida ordinaria y las emociones complejas de sus personajes. La historia es narrada en tercera persona con un narrador omnisciente que conoce los pensamientos y sentimientos de todos los personajes. Esto permite al lector tener una visión más completa de las motivaciones y deseos de Emma, Charles y los otros personajes. Una de las características distintivas del estilo de Flaubert es su uso de la ironía. Mientras Emma sueña con una vida sofisticada y emocionante, el lector puede ver lo vulgar y superficial de sus acciones. Flaubert contrasta constantemente los deseos de Emma con la dura realidad, lo que da lugar a una visión crítica de su romanticismo desmedido.
Vargas Llosa también se inscribe en el realismo, pero en un contexto moderno, donde la globalización, las ciudades y los cambios históricos tienen un papel relevante. El tono de la novela está marcado por una profunda introspección sobre el amor, el deseo y la búsqueda de sentido en un mundo cambiante. La novela está narrada en primera persona, desde el punto de vista de Ricardo, lo que proporciona una visión limitada y subjetiva. Esto refleja su amor ciego por la niña mala, ya que sólo conocemos a la protagonista a través de los ojos del narrador, lo que añade una capa de misterio a su personaje. Aunque la novela tiene una estructura más personal, Vargas Llosa también utiliza la ironía al mostrar cómo Ricardo, a pesar de ser un hombre racional y culto, es víctima de su amor incondicional por una mujer que lo manipula. Los distintos escenarios (Lima, París, Tokio) simbolizan la búsqueda de identidad de los personajes en un mundo globalizado.
Ambas novelas tratan temas universales como la insatisfacción, la búsqueda de la identidad y el impacto de las decisiones personales. Madame Bovary es una crítica a los sueños románticos y al deseo de escapar de la realidad, mientras que Travesuras de la niña mala refleja la complejidad del amor en un mundo moderno, donde el deseo y el pragmatismo se entrelazan. Ambas novelas cuestionan las formas tradicionales de entender el amor y las relaciones humanas, mostrando personajes que, en su búsqueda de satisfacción, terminan enfrentando las consecuencias de sus propias decisiones.
Conclusiones
Aunque separados por más de un siglo, Madame Bovary y Travesuras de la niña mala comparten temas centrales como el amor insatisfecho, la búsqueda de una vida mejor y las tragedias personales que surgen de las elecciones equivocadas. Flaubert ofrece una crítica feroz a las fantasías románticas de su protagonista, mientras que Vargas Llosa nos muestra una visión más ambigua y trágica del amor, donde el romanticismo y el pragmatismo chocan en un mundo cada vez más globalizado.
*CRÍTICA, LETRAS Y HUMANIDADES es una sección de opinión que elogia, censura, observa y valora, en parte o en su totalidad, las expresiones culturales, televisivas, literarias, históricas y de entretenimiento. En efecto, es escrita por un experto o conocedor del tema.