MISCELÁNEA
11 ABR 2025
"Como en esa época no se me pasaba por la cabeza la idea de ser algún día sólo un escritor, cuando me preguntaban que sería de grande, mi respuesta era: marino”
Se lee al inicio del tercer párrafo del capítulo cinco de su libro de memorias “El pez en el agua”.
El cadete Vargas ha cumplido el pasado 28 de marzo 89 años de edad, años de los cuales la vida le ha sonreído a lo largo de su carrera de novelista.
En el año 2010 recibió el Premio Nobel de Literatura, premio el cual muchos de sus lectores estuvieron esperando ansiosos por mucho tiempo; además, es el eterno finalista en las quinielas del boom latinoamericano, hasta el 2014 permaneció en compañía de García Márquez, quien ese mismo año falleció y se consagró como el único sobreviviente.
Hablar de Mario es hablar de literatura pura, de política, de escándalo, de obstinación, de transformación, de optimismo y de resignación. Es hablar de una persona que se ha narrado a sí misma con bastante ambición y bastante transparencia, como lo ha hecho con muchos países enteros.
Marito siempre dejó en claro que para él escribir no era un oficio ni una pérdida de tiempo, sino una forma de vida: luchar contra las adversidades y liberarse de aquello que lo acongoja. Un cadete que al inicio no soñaba con ser escritor. Un intelectual que quiso ser presidente. Un liberal que empezó como marxista, pero siempre marcado por la historia y por la vida.
El cadete no autoritario
“¿Mi papá vivo? ¿Y dónde había estado todo el tiempo en que yo lo creí muerto?” Vargas Llosa conoció a su padre cuando tenía aproximadamente 11 años, después de que su familia materna le hizo creer una historia en la que su padre estaba muerto.
Vargas Llosa asegura que resistió a su padre de una manera indirecta y cobarde, afirmando su vocación literaria. A la edad de 14 años, don Ernesto Vargas le matriculó en el colegio Militar Leoncio Prado, quien buscaba corregir y “enderezarlo” de la mala crianza de los Llosa.
De su experiencia Leonciopradina nació la novela —ganadora del premio Biblioteca Breve 1962— “La ciudad y los perros”, novela que denunciaba el machismo, el autoritarismo y la violencia dentro de las instituciones militares. Fue tanto el despegue de la novela que muchos ejemplares no llegaron al Perú, puesto que se consideraba un libro que iba a devastar las élites militares. Además, muchos cadetes del colegio Leoncio Prado quemaron gran cantidad de ejemplares a modo de protesta y soberbia.
Cadete Mario Vargas Llosa
En la fotografía aparecen José Lezama Lima, Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa, Jaime Sabines y Edmundo Aray en la Casa de las Americas, La Habana en 1965. Cela y Vargas Llosa fueron miembros del jurado.
Del marxismo al liberalismo
Mario siempre tuvo una vida política bastante activa y controversial. En su ingreso a San Marcos, a los diecisiete años, para seguir las carreras de Letras y Derecho —la primera por vocación y la segunda por resignación, sostiene—, aproximadamente en los años 1952 y 1953, cuando la dictadura de Odría era poderosa y hacer política era una subversión, se unió al Grupo Cahuide, una pequeña minoría que la conformaban Isaac Humala, donde militó Vargas Llosa, y otro intelectuales que son ahora —antes estudiantes—.
En los años 60, Vargas Llosa simpatizó de manera directa con la Revolución Cubana; además, destacó como parte del comité de intelectuales que apoyaba al régimen castrista. También visitó la isla, invitado por la Casa de las Américas.
En el año de 1971, tras el famoso caso Padilla—encarcelamiento del poeta Heberto Padilla por expresar críticas al régimen castrista—Vargas Llosa rompió públicamente sus relaciones con Fidel Castro. Fue en aquel momento donde empezó su distanciamiento con la izquierda revolucionaria.
Desde esos años, después de ser un marxista y tener afinidad por la izquierda revolucionaria, su cambio se centró y se definió como “liberal clásico”, defendiendo ampliamente el mercado libre, la democracia liberal, el Estado de Derecho y sus afinidades políticas regidas por estos principios. Sus críticas han sido constantes en sus ensayos, tales como en La llamada de la tribu (2018).
Mario Vargas y Alberto Fujimori en el debate por la segunda vuelta electoral, año 1990.
El intelectual presidente
En el año 1990, Mario Vargas Llosa se presenta como candidato a la presidencia del Perú, dejando de lado su vocación literaria. Liderando el movimiento FREDEMO (Frente Democrático). Desde ya, sus propuestas tenían una línea liberal: abrir la economía y combatir la hiperinflación, privatizar empresas estatales y más.
Desde el inicio de su candidatura Vargas Llosa lideró las encuestas y era el principal ganador de estas contiendas electorales, sin embargo en la segunda vuelta pierde contra un desconocido personaje, Alberto Fujmori.
“Creo que hice lo justo, pues, si para que la literatura florezca en una sociedad fuera requisito alcanzar primero la alta cultura, la libertad, la prosperidad y la justicia, ella no hubiera existido nunca” (Discurso de aceptación del Premio Nobel 2010)
La vida rosa
Aunque la vida de Mario es bastante íntima, también ha sido expuesta en la prensa rosa. En 2015, luego de su divorcio de la prima Patricia Llosa, inició una relación —amor a primera vista y en tiempos de juventud— con Isabel Preysler, una figura de la farándula y el mundo del espectáculo en España.
Además de ser ganador del Nobel, también fue portada de revistas como ¡Hola!, además de acompañar a su ahora exmujer a sus eventos sociales y ella a sus círculos literarios.
La relación con la socialité finalizó en el año 2022; las razones no se saben concretamente, aunque varios medios afirman que la relación se había vuelto tormentosa, puesto que la convivencia se dificultaba por la gran diferencia de trabajo de ambos.
“Creo que solo una cosa hice mal en la vida: abandonar a Carmencita. Nunca me perdonó, por supuesto, jamás pude amistarme con ella y, para colmo, ella se casó con Sanabria, un buen amigo del barrio. Es el único episodio de mi remoto pasado que mi memoria no ha olvidado; y me atormenta todavía, sobre todo en las noches. Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ahora ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí” (Mario Vargas Llosa, Los vientos)
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler
*CULTURA Y PERSONAJES es un sección de dedicada a explorar las diversas expresiones artísticas, tradiciones, manifestaciones sociales, el arte, la historia, el patrimonio y la vida cultural que enriquecen nuestra identidad colectiva. Si bien, no todos los artículos van a tener citas textuales, todos serán considerados, se valora las diversidad de percepciones e ideas.