DANIEL MASLUCÁN
Perú | 16 NOV 2024
La vida es corta y efímera, tan corta que te olvidarán poco tiempo después de que ya no estés. Recordarán los momentos felices - los malos también - pero la ley de la vida es así; de lo contrario, tendríamos que recordar a muchas personas con el pasar de los años. Nos convertiremos en polvo, polvo que alimentará a la naturaleza. Pero, al paso que vamos, no habrá naturaleza.
La vida se acorta, y aún no nos hemos detenido a mirar lo que está pasando a nuestro alrededor. Nos preocupamos por banalidades, que al final desaparecerán. Nos preocupamos por cosas sin sentido, sobrepensamos cosas que aún no han pasado, viendo lo malo de nuestras acciones. Solo nos criticamos y criticamos a nuestros semejantes, como si eso fuese a solucionar el problema.
Estamos preocupados por opiniones ajenas y no somos felices. Vivimos en el "qué dirán", y no en el "qué dirá mi yo del futuro". Nos importa más qué dirá el vecino, qué pensará tal persona, y nos olvidamos de vivir nuestras propias vidas. Luego viene el arrepentimiento. Nos olvidamos de ayudar, de servir, de que tenemos una sola vida. Nos olvidamos que mañana es otro día. Vivimos como si fuéramos inmortales, opinamos como si fuéramos perfectos. Nos burlamos, pero cuando nos critican, nos molestamos, nos indignamos.
Probablemente mi locura no tenga cura, pero es mi locura mi lugar seguro. No se olviden de reír, que las risas quedan en el recuerdo del olvido, donde todos alguna vez soñaron un sueño de eterna felicidad.
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