Ese algo es escribir sobre la política de su país. ¿Con qué objetivo? ¿Para escribir las mismas cuatro tonterías que escriben los demás, pero con menos inteligencia? Gracias, pero no.
ALECK NIMA CARRERA
Santander | 30 NOV 2024
Querida Lima,
Existe algo que este joven novelista —y aspirante a buen columnista— jamás hará en su vida. ¿Quieres saber qué es? Pues te lo contaré: ese algo es escribir sobre la política de su país. ¿Con qué objetivo? ¿Para escribir las mismas cuatro tonterías que escriben los demás, pero con menos inteligencia? Gracias, pero no, gracias. En la política casi siempre es lo mismo. Creo que lo único que cambia son las sumas que se roban los gobernantes.
No te mentiré, Lima querida, en un principio sentí mucha tentación. Fue hace no mucho, cuando Dina —al igual que Pedro Castillo— empezaba a caminar por la misma cuerda floja de la vergüenza. Recuerdo todo ese momento con claridad.
Eran más de las once de la noche. Yo tenía solo unos días viviendo en España, el cambio de horario aún me afectaba y no podía dormir, tiempo que aproveché para debatir conmigo mismo si debía o no escribir sobre política. Pensé en lo mucho que podría llamar la atención y las visitas que podría conseguir. Mi nombre estaría visible en el mapa.
Dejé reposar la idea —por el bien de mi salud mental— y decidí distraerme viendo unos videos en YouTube que había dejado en el olvido. Al final, opté por ver una conversación entre un mago y un periodista muy conocido. Bastante divertida de inicio a fin. Pero hubo algo que destacó, una frase que dijo el periodista: “La política es una farándula más solemne”. El video finalizó y dejé mi móvil a un lado. Sin embargo, me quedé pensando, la frase del periodista corría en círculos dentro de mi mente e inconscientemente se dibujó una sonrisa en mi rostro. “¡Caray, tiene razón!”, llegué a pensar.
No te ofendas, Lima, pero las noticias relacionadas con tu política son muy parecidas a los chismes de Chollywood. Congresista que le es infiel a su esposa, un maestro que de la nada se convierte en presidente, un congresista que no sabe hablar en público y nuestra primera presidenta que lo único que sabe hacer es gastar el dinero en operaciones y relojes Rolex. Lo único solemne es el poderoso cargo público, ¿no crees?
Luego de pensar en estas noticias y otros detalles, llegué a más de una conclusión de por qué escribir sobre política no es para mí. Lo primero es que no quería alejarme del camino del artista que había decidido seguir. Segundo, la política es un territorio minado; escribir sobre uno u otro partido es hacerse de enemigos en vano, a mi parecer. Tercero, último y no menos importante —yo diría que es lo más importante—, pues es demasiada información. Analizarla abarcaría gran cantidad de mi tiempo, tiempo que no pienso perder. Y a pesar de que yo escriba largos testamentos, nuestros líderes no cambiarían. Ya existen personas que los critican con buen estilo; yo estaría de más. Sería solo un niño con aire triunfal y de sabiondo que no soy. Solo estaría desempeñando el papel más bochornoso de mi vida.
Espero que me puedas entender, mi Lima amada.
Con cariño y preocupación,
Tu amigo literario.
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