No miento, a veces llegan a mi ese tipo de crisis existenciales ―si me permiten llamarla así― y me hacen sentir como si yo no fuese nada, y me hacen sentir que no he hecho nada importante con los años que Dios me ha obsequiado.
ALECK NIMA CARRERA
Santander | 22 NOV 2024
Nos encontramos a nada de acabar el año 2024 y, puedo decir ―con algo de dolor en el corazón― que el mundo sigue igualito. La gente camina por la calle con una tranquilidad envidiable.
Como si el futuro estuviese asegurado y el mañana estuviese escrito en piedra ¡Que ironía! ¿Acaso hemos olvidado como aquella pandemia hizo temblar al mundo entero?
Yo creo que sí, todos estamos como si nada hubiese ocurrido ¿verdad? Es más, ya ni se habla de aquello, tantas muertes que hubo y actuamos tan normal, como si el mundo hubiese sido normal en algún momento. Sin embargo, algunas malas lenguas dicen que una segunda ronda ―o nuevo virus― podría estar a la vuelta de la esquina. Lo que hace que me pregunte: ¿Estaré aprovechando mi tiempo?
No miento, a veces llegan a mi ese tipo de crisis existenciales ―si me permiten llamarla así― y me hacen sentir como si yo no fuese nada, y me hacen sentir que no he hecho nada importante con los años que Dios me ha obsequiado. Es bastante difícil escapar de aquellos momentos oscuros. Pero durante estos, me obligo a pensar Jack, el personaje que interpretó Leonardo DiCaprio en la película “Titanic”, donde era pobre pero sabio y a pesar de tanta dificultad que la vida le había arrojado, tenía una filosofía bastante interesante: “Que valga cada día”. Y hoy en día es lo que intento hacer. Darle importancia a esos momentos felices que puedo construir con las personas que amo. Y solo si Dios lo permite, pueda narrárselas a mis hijos y nietos.
También hago que valga cada día cuando sigo escribiendo, intentando crear algo de arte. Además de eso, sanando y limpiando mi corazón, viviendo con la idea de dejar atrás dolores y cicatrizar heridas, eliminando rencores. Pues ya no son tiempos de vivir con un corazón atado.
Respecto al dinero, este pierde importancia cuando uno se pone a pensar de esta manera. Y te das cuenta de que lo único que importa son las personas que te acompañan hasta el momento final, ese cuando el telón cae y los reflectores del espectáculo de la vida se apagan.
Ahora permíteme reglarte esta pregunta: ¿tu haces que valga cada día?
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